“Respeto por la
diversidad sexual sí, dictadura homosexual no”
Marco Fidel Ramírez conocido popularmente como el concejal de la
familia, defiende su postura frente al tema de la adopción homosexual en
Colombia.
Con la reciente decisión tomada por la Corte Constitucional
respecto a la adopción por parejas del mismo sexo, son muchas las voces que se
han levantado a favor y en contra. Una de ellas es la del concejal Marco Fidel
Ramírez, hombre polémico para algunos por sus declaraciones en contra del
colectivo LGBT.
Diego Ojeda: ¿Qué autoridad tiene un concejal para adelantar labores
que avalen o no la adopción homoparental en el país?
Marco Fidel Ramírez: El
concejal es un vocero de la comunidad, es un líder político y es una autoridad
en la ciudad. El concejo de Bogotá es la máxima autoridad
político-administrativa de la capital. El concejal de la familia, Marco Fidel
Ramírez, vocero de Opción Ciudadana (antiguo PIN), es una autoridad de ciudad.
En ese orden de ideas, como autoridad y como ciudadano, tiene
derecho a la libre expresión, a defender los intereses del conglomerado que
representa, y sus postulados, tanto religiosos como políticos e ideológicos. Y
tiene absoluto derecho constitucional para expresarse públicamente a favor o en
contra de los temas de la agenda nacional.
D.O.: ¿Cuáles son las propuestas que usted ha emitido en vía de la
iniciativa que busca la desaprobación de adopción por parejas del mismo sexo?
M.F.R.: Lo que he hecho como líder político y como líder cristiano es
expresar mi punto de vista, que es el de los cristianos de la ciudad y del
país, incluidos también por cierto los cristianos católicos. La cristiandad
colombiana católica y evangélica cubre casi el 95 por ciento de la población de
este país. Entonces qué he hecho, que no puede ser que el conglomerado LGBT que
no supera el 3,4 o 5 por ciento de la población, pretenda imponerle al país
bajo un criterio de dictadura homosexual, unos postulados que evidentemente
corresponden a sus aspiraciones y gustos particulares, pero que no honran
la filosofía y el criterio fundamental de la moral mayoritaria del pueblo
colombiano, que es la moral cristiana según la propia constitución, pero sobre
todo, según la propia Corte Constitucional.
Simplemente yo he expresado mi oposición abierta al tema de la
adopción gay, como lo hice en su momento al tema del matrimonio gay, y como lo
hago permanentemente a lo que yo considero es el peligro de una dictadura
homosexual en Bogotá bajo la dirección de Gustavo Petro y su programa Bogotá
Humana ¿Y por qué lo he hecho? Por la razón más sencilla de todas y es
que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, está constituida por un
hombre y una mujer unidos en matrimonio, eso dice el artículo 42 de la
constitución política, no lo han podido borrar todavía, eso dice el artículo
113 del código civil, no lo han podido borrar todavía, eso dice el artículo 16
de la carta de los derechos humanos. Es así de sencillo, eso significa que
matrimonio es hombre y mujer y hay que respetar eso, que los niños tienen
derecho a un papá y a una mamá como establece el código de infancia y juventud.
Por lo tanto, yo como concejal cristiano simplemente defiendo un orden natural
que honra la tradición cristiana colombiana. Por eso yo le he dicho no a la
adopción gay porque no conviene, porque va en contravía del orden natural y
constitucional, y porque los niños necesitan un papá y una mamá para su
correcto desarrollo emocional, personal y espiritual.
D.O.: ¿Piensa que el fallo que tomó el conjuez José Roberto Herrera
respecto a la adopción gay fue acertado?
M.F.R.: La Corte Constitucional intentó tomar una decisión salomónica
determinando que podían ser adoptados los hijos biológicos de las parejas
homosexuales. Uno podría pensar que eso es como natural que ocurra, y por su
puesto dejó cerrada la puerta por ahora a la adopción de parejas homosexuales
convencionales. Yo creo que la Corte ha debido prohibir de tajo la adopción
homosexual en Colombia.
Pero tenemos una Corte relativista, dividida frente a los
intereses del colectivo homosexual y tenemos una corte que en algunos aspectos
no decide lo que toca sino lo que conviene políticamente hablando. Pero bueno,
yo siento que nosotros ganamos esa batalla en el sentido que queda prohibida en
Colombia la adopción por parte de parejas homosexuales.
Es que la estabilidad emocional, sentimental, de las parejas
homosexuales, no supera los 18 meses, qué estabilidad va a tener un niño o una
niña en el marco de un hogar, si puede llamarse así, homosexual. Entonces yo
creo que la Corte intentó ser salomónica, yo hubiera querido que prohibiera de
tajo la adopción homosexual en Colombia, pero dejó una excepción que yo
respeto, en cuanto a lo demás me encuentro satisfecho.
D.O.: ¿Si se presenta una propuesta para prohibir la adopción
homosexual, por qué no presentar una propuesta para velar por los intereses de
estos niños que no tienen un hogar?
M.F.R.: Claro, es que ese es el deber de toda la sociedad. Es el deber de
todo el Estado, es el deber del Gobierno Nacional, hacer el mejor esfuerzo por
proveer condiciones de protección, desarrollo y crecimiento integral a los
niños y a las niñas. Lo que yo creo es que ese bienestar y ese futuro y esa
formación integral, no la aseguran las parejas homosexuales que en mi
opinión no son el mejor ejemplo para los niños y las niñas.
Yo creo que se debe agilizar el sistema de adopción para entregar
niños a parejas heterosexuales. Creo que la propia sociedad tiene que atacar
estos temas estructuralmente, porque por qué hay tantos niños abandonados, pues
porque hay muchos padres irresponsables. Lo que yo no creo, y lo digo con toda
sinceridad, es que a estas alturas del video la comunidad homosexual, venga a
decirle al pueblo colombiano que ellos son el mejor ejemplo de paternidad y de
maternidad para los niños, la pregunta mía es entonces ¿ por qué no tienen sus
propios hijos? Es que la comunidad homosexual quiere tener lo que no puede
tener y lo que no debe tener.
D.O.: ¿Qué opina de las personas que dicen que usted es un claro
ejemplo de discriminación en Colombia?
M.F.R.: Lo que pasa es que en este país en el que el lobby gay
está de moda, quienes defendemos la vida, la familia y los valores, todo el
tiempo somos atacados por la muy tolerante entrecomillas comunidad homosexual.
Que de tolerante no tiene nada, porque cuando uno expresa un punto de vista
contrario al de ellos, inundan las redes con calumnias, dicen barbaridades en
contra nuestra en los medios de comunicación, nos tramitan vulgaridades del
peor calibre a través de la red de Twitter o Facebook, y
hacen el mejor esfuerzo por descalificarnos, denigrarnos, y desacreditarnos a
los defensores de la vida, la familia y los valores. Resulta que este concejal
no es intimidable, no es asustable y resulta que este concejal, ni más ni
menos, representa a los cristianos en Bogotá y en todo el país.
Así es que mi abrazo y mi bendición para los que se despachan
olímpicamente conmigo afirmando que yo soy homofóbico o discriminador, mi
posición frente a la comunidad homosexual todo el mundo la conoce, respeto por
la diversidad sexual sí, dictadura homosexual no.
Si por decir eso me siguen llamando homofóbico, discriminador,
fanático, extremista y troglodita, entonces me hacen recordar lo que le pasó a
Jesús nuestro maravilloso salvador cuando dijo: bienaventurados sois
cuando por mi causa os vituperen, y os persigan y digan toda clase de mal
contra vosotros mintiendo porque así lo hicieron con los profetas que fueron
antes de vosotros. A mí me toca levantar la voz, casi como un profeta
en el desierto cosa que hago con mucho gusto aunque no le guste al colectivo
gay.
D.O.: Con la decisión que tomó el conjuez delegado por la Corte
Constitucional ¿se acaba la lucha por parte del concejal de la familia respecto
a la adopción homoparental?
M.F.R.: No, no se acaba, este tema va a seguir. Es que el colectivo
homosexual en Colombia tiene la idea de que hay que apoyarles todo lo que
propongan y quieran o si no simplemente por cualquier vía o cualquier ruta se
lo imponen a esta sociedad. La Corte constitucional es muy buena para el
colectivo gay cuando aprueban todo lo que ellos quieren, pero no es
competente cuando no aprueban todo lo que quieren, lo que ha pasado en el
Congreso, lo que ha pasado en las altas Cortes. Yo creo que esta lucha
continúa. Yo no creo que a los niños que se les debe enseñar principios y
valores se les tenga que imponer la ideología de género, lo que es normal para
el colectivo gay no tiene que ser normal para el resto de la sociedad. La razón
de ser de mi mandato es defender la vida y oponerme al aborto, defender la
familia y oponerme al matrimonio homosexual, defender los valores y
denunciar a la ideología de género como un veneno para la juventud colombiana,
yo defenderé eso sin importar el precio que deba pagar, mientras sea concejal y
así deje de serlo.
D.O.: ¿De qué manera se va a continuar la lucha?
M.F.R.: Defendiendo el mandato constitucional oponiéndonos a toda acción
en el Congreso, en la Corte, en los medio de comunicación, en la academia,
frente a la pretensión de torcerle el cuello a la constitución y de imponerle a
los colombianos una expresión que corresponde a una minoría a la que se respeta
porque es libre de vivir como quiera y aspirar a lo que quiera. Le repito señor
periodista, que le quede claro a usted y a la opinión pública, respeto por la
diversidad sexual sí, dictadura homosexual no.
-Por Diego Ojeda Garzón.
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